lunes, 20 de diciembre de 2010

Por favor, respetemos los semáforos:

La Municipalidad de Quimilí en su afán de ordenar el tránsito vehicular, especialmente en las arterias de mayor circulación (Av. Rivadavia, Av. San Martín, Avellaneda, Roca, 25 de Mayo y Sarmiento) invirtió en nuevos semáforos, con frecuencias lumínicas de pare y paso, reglamentarios, conforme a las características de cada intersección.

Sin embargo es común ver a conductores de vehículos automotores, motociclista, ciclistas e incluso peatones, tan impacientes que no esperan que el semáforo marque verde, como si 30 o 60 segundos más hicieran la diferencia en su rutina diaria.

Muchos conductores aceleran al ver la luz amarilla que marca precaución e incluso el rojo les es indiferente. Esta falta de respeto a las leyes de tránsito ocasiona accidentes severos, algunos mortales y, entonces, no haber esperado esos segundos tiene consecuencias para siempre.

Las sanciones vigentes para estas infracciones son leves o nulas en nuestra ciudad, lo que vuelve impunes a estos inadaptados sociales que no piensan en el derecho a la vida que tiene el prójimo cuando delinquen y se sienten los dueños absolutos de las calles.

En otros países no respetar la señalización vial o a los semáforos puede costar cárcel o la suspensión indefinida de la licencia de conducir. Es lógico que las sanciones sean severas puesto que se trata de una regulación automática del flujo vehicular, cuyo propósito es evitar accidentes, excesos de velocidad y embotellamientos.

El semáforo fue inventado por Garret Morgan en 1923 en Estados Unidos, como un sistema automático de señales de tránsito, el cual está implementado en todo el mundo. Sin embargo, algunos no lo usan con el debido respeto y el exceso de velocidad, la irresponsabilidad y falta de educación vial, ocasionan grandes tragedias. Atravesar con el semáforo en rojo puede ocasionar daños irreparables.

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