jueves, 7 de enero de 2010

MUY PELIGROSO



En páginas anteriores hemos hablado sobre la fatalidad, sobre las irresponsabilidades y la falta de previsión que contribuyen con ella. En esta también lo haremos, ya que solo un milagro hizo que una niña de 7 años, en la tarde del 7 de diciembre, se salvara de terminar ahogada, luego de caer en un calicanto que no ofrecía ninguna seguridad y ubicado en un sector que es paso obligado de cientos de personas (la mayoría niños).
Se trata de la intersección de las rutas que nos llevan a “El Colorado” y al “Chaco” donde se encuentra un carro-bar, a la sombra de un frondoso “algarrobo”. El depósito de agua presenta su boca al ras del piso, no tiene un cerco ni señalización que advierta su presencia lo que lo hace más peligroso aún.
Solo unos cuantos ladrillos, un poco de cemento y sobre todo responsabilidad, harán que este depósito deje de ser un peligro en este lugar tan concurrido.
Hoy podemos contarlo como una advertencia, como un milagro, o como una desgracia con suerte, porque la mamá, con la abuela y unos muchachos que acudieron al auxilio pudieron sacar a la niña, con vida, del pozo, luego de unos minutos de desesperación. Pero no podemos apelar siempre al milagro o a la suerte, sino más bien buscar la responsabilidad humana y hacer las cosas como corresponden. La próxima vez la maldita muerte puede golpearnos e incluso las víctimas podrían ser los propios familiares de quienes hicieron el depósito de agua.

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