lunes, 11 de enero de 2010

FELICES FIESTAS !!!

Se aproximan “las fiestas”. Las familias se agrandan, regresan los hijos, los hermanos, muchos amigos, algún primo, algún que otro vecino: somos muchos. La cuidad lo percibe, y si bien por un lado lo padece, por el otro esta muy feliz de vernos a todos juntos nuevamente e intenta ponerse lo mas linda posible para nosotros.
Mientras los más pequeños escriben con mucha ilusión su cartita para Papa Noel, los grandes están peleando por algún aumento en su trabajo para poder pasar lo más dignamente posible dichos acontecimientos y los del medio se encargan de comprar sus prendas de vestir a como de lugar, para lo que se viene.
Las “promociones” organizan su juntada anual, los comerciantes “cargan pilas” sabiendo que los días que les tocan serán agitados y de mucho estrés. Alguno con un poco de tiempo, utiliza su creatividad para escribir mensajes de textos que luego los enviará en forma de “cadena”,otros se encargan de las compras y llenar el congelador por si llegase a surgir algún imprevisto, y la mayoría reacondiciona su casa para albergar por unos días a esos parientes que hace mucho no ve. Todos expectantes, nadie quiere pasar desapercibido.
Navidad: Mientras nosotros andamos estresados, sin tiempo, cargados de actividades, con las fuerzas justas para lo que nos toca… el actor principal, nos está mirando de arriba y seguramente no está muy conforme con nuestra manera de festejar “Su” fiesta.
Por muchos motivos, pero principalmente porque son muchos los que aún no lo invitaron a la fiesta, no se prepararon para hacerlo, y otros les interesa muy poco que Él participe. Ahora pregunto, ¿quién festeja un cumpleaños sin el cumpleañero?, ¿sirve de algo?
Cuando un amigo, familiar, conocido, etc. cumple años, todos los que lo quieren lo llaman por teléfono, le compran regalos, le hacen comidas, le organizan fiestas, etc. Es por eso que en lo personal creo que no estamos muy en lo cierto a la hora de festejar la navidad en la forma que lo hacemos. Creo que estamos demasiado ocupados en cosas que al cumpleañero muy poco le interesa. Seguramente lo haríamos mas feliz y le haríamos pasar un mejor cumpleaños, si le hiciéramos un regalo a ese niño pobre que no recibe uno hace mucho tiempo, o llevando un pan de navidad o una bebida a esa familia que no puede comprarlo, o en vez de seguir llenando nuestros roperos, porque no acercarle alguna prenda de vestir a alguien para que al menos en esta noche tan especial pueda festejar con algo nuevo y sentirse querido.
Por qué no invertimos un poquitito de nuestro tiempo en ir a visitar a ese enfermo y desearle felices fiestas, o a ese anciano que no tiene ni siquiera a sus hijos cuidando de el, para que se sientan amados. Seguramente estamos ocupados en las cosas mencionadas anteriormente y no tenemos tiempo para esto. Ojo!! No creo que esté para nada mal, al contrario, es muy importante y no debemos dejarlo de lado, principalmente porque une a las familias, pero tampoco creo que debamos inclinar la balanza de ese modo.
Hay cosas que no entiendo, por ejemplo, los boliches deben cerrar sus puertas porque la gente ya no entra y el lugar no da a basto. Supuestamente están todos autoconvocados para festejar un cumpleaños y sin embargo en la casa del cumpleañero en el día de su cumpleaños, sobran los asientos y los cantos son entonados por muy pocas gargantas. Que paradoja, no?
Creo que en la fiesta cristiana más importante y “popular” (por así decirlo), debemos también acordarnos del prójimo, de aquel que se siente solo, del que ningún pariente golpea su puerta para compartir la mesa, del que sus hijos no corren hacia el árbol navideño a abrir sus regalos, del que no tiene que botella descorchar o a quien darle un abrazo cuando el reloj marca “00:00 am”. Esto es solo si queremos verlo feliz a Él, el actor principal, y por ende sentirnos felices nosotros mismos. De lo contrario, creo que deberíamos replantearnos muy seriamente esto de festejar sin el cumpleañero.
Ano Nuevo: como dice su nombre, es “nuevo”, por ende se supone que debe haber un cambio, una modificación, una renovación, y está de más decir que esto debe ser positivo y fructífero. No importa en el ámbito que sea, (personal, familiar, amistad, noviazgo, matrimonio, en el trabajo, social, etc.). Debemos plantearnos nuevos objetivos por lograr, metas por cumplir, defectos por cambiar, asperezas por pulir, problemas por resolver.
Esto no es nada fácil, lleva una larga y meditada reflexión, tiempo de estudio, analizar lo vivido, tanto positivo como negativo, las vivencias lindas y feas, etc. y muchas veces ni siquiera haciendo esto se llega a lograrlo. Ahora bien, si esto no existe, creo que no deberíamos llamarlo “ano nuevo”, sino “ano viejo”.Seria un ano perdido. Un año menos para nuestra vida, tiempo valiosísimo que tiramos por la borda.
Seguiríamos cargando nuestros mismos defectos, errores, problemas. Caminando por el mismo camino sin un por qué? ni un para qué? y la cuenta regresiva no se detiene ni un instante. Tampoco debemos tomarlo esto como único momento del año para hacerlo, sino estaríamos como las personas que comienzan su dieta todos los lunes y, nos preguntamos, por qué no lo hace hoy mismo?.
Aunque un comienzo de año es un momento especial e indicado para acercarnos a nosotros mismos en lo más interior y tomarnos ese tiempo para analizar, sobre cómo cambiar las cosas negativas y coger más fuerzas para sustentar las cosas positivas.
Analizando esto, solo me interesa proponer que ocupemos un poco más nuestro tiempo en cosas, quizás, más aburridas pero buenas para nuestro ser.
Desde ya FELICES FIESTAS!! FELIZ NAVIDAD Y PROSPERO ANO NUEVO!!. Tomas Gil.
“El único que cambia del día a la noche, es el sol. Tomate tu tiempo”.

No hay comentarios: