lunes, 31 de diciembre de 2012

Te extrañaremos infinitamente, pero serás parte de nuestra vida siempre...

           ¡Que raro todo, que sensación extraña!. Es un nudo en la garganta que desde aquel día no desaparece. Aunque crea haberte conocido poco, quizás no haya sido tan así, porque te conocí como se aprende a descubrir a un niño; en algún evento artístico de tu escuela, en la bicicleta viéndote disfrutar, o en la calle con tus padres, dueño de una alegría siempre evidente.

Fue un golpe duro para todos, como si de un momento a otro hubiera habido un cambio de planes para una vida tan noble y pura,  que nos pertenecía, como creemos que nos pertenecen todos los niños del mundo.

¡ Quizás deba pensar como escuché por ahí que “Dios se rodea de lo mejor”!

Los que hacemos esta revista, te hemos mencionado muchas veces y nuestras páginas se alimentaron de algunos de tus éxitos, que fueron incontables y motivo de orgullo para tu familia, para nosotros y toda la comunidad.

Perdimos a un niño gigante, y como dice Fabián, su padre; vino a cumplir una misión a este mundo, pero no era de aquí, era una ángel que en algún momento debía partir.

“Bautista”, “Alegraste, emocionaste y marcaste el rumbo”. Te extrañaremos infinitamente, pero serás parte de nuestra vida siempre; estarás en la mirada de cualquier niño de Quimilí; en el beso o en el abrazo de una madre a su hijo, en dos brazos que se levantan superando la meta.

Vivirás en el corazón de aquellos que supieron percibir como iluminabas a tu alrededor, destellando una vida plena, ocurrente, alegre y llena de amor..

Saludamos a Claudia y a Fabián en el dolor, diciéndoles que no están solos, que los acompañamos de cerca, esperando que se cumpla aquello que Bautista desea profundamente. Verlos bien, continuando esta vida orgullosos, de haberle dado todo a un hijo especialmente maravilloso.

Pablo César Acosta

 

No hay comentarios: