Quimilí, diciembre de 2012
Queridos alumnos:
Decir adiós es muy difícil, pero lo es aún más cuando ese adiós hay que decírselo a las personas que uno quiere y sabe, probadamente, que va a extrañar en el momento que tienen que partir. Por eso estar parado aquí, para ofrecerles palabras de despedida requiere de mucho coraje. Coraje que se consigue apelando a los sentimientos más profundos que ustedes supieron generar en nosotros.
Este es un día muy especial para ustedes y para nosotros, ya que marca la culminación de una etapa en la que convivíamos y compartíamos cotidianamente y el comienzo de una nueva en la que cada uno de ustedes elegirá su camino y nosotros seguiremos aquí, extrañándolos y comenzando el ciclo nuevamente con otros seres que serán, en el futuro, tan especiales como ustedes.
En este tiempo y espacio que compartimos juntos, vivimos numerosas alegrías, tristezas, logros y frustraciones, situaciones tan necesarias que fueron forjando su personalidad y los prepararon para afrontar la vida misma. Aprendieron, también, el significado del compañerismo, la solidaridad, la amistad e incluso del amor, sentimientos y valores que les permitirán sobrellevar con entereza cualquier vicisitud que se les pudiera presentar.
Por todo esto nos animamos a decirles adiós, porque estamos convencidos que tienen lo necesario para seguir adelante; para levantarse cuando caigan una y otra vez; para ayudar al que los necesite y para pedir ayuda cuando la necesiten. Lo que se viene no es nada fácil, el camino a recorrer no siempre será transitable, estará lleno de baches, sinuosidades y miles de obstáculos. Pero como les dije: ustedes están preparados y si ven que la cosa se torna insoportable, busquen en su corazón y allí encontrarán lo que hace falta para seguir. Allí está su familia, sus amigos, sus compañeros, allí está Dios y Él nunca los abandonará.
Estén orgullosos por lo logrado hasta aquí, pero sepan que esto recién empieza y quedan largos trechos por recorrer para alcanzar el gran objetivo: “hacer sus sueños realidad”. Ahora escogerán un nuevo camino por el que intentarán alcanzar lo soñado, pero recuerden que no basta con soñarlo, hay que echar manos a la obra, luchar y prepararnos permanentemente para obtener la llave de nuestro futuro.
Hoy es un gran día, estamos orgullosos de haberlos conocido y de contribuir en su formación y desarrollo. A partir de ahora elegirán su rumbo, el camino no será fácil como les dije, pero tampoco imposible, todo dependerá de ustedes, de las ganas que le pongan y de su esfuerzo para ser mejor cada día.
Infinitas Gracias por permitirnos compartir, crecer, aprender y ser parte de ustedes; por la confianza que nos demostraron; por dejarnos ser sus amigos, sus confidentes, sus maestros. Por aguantar nuestros retos, gritos, impaciencias, pero sobre todo por recibir con agrado el cariño que intentamos darles cada día.
En nosotros quedará el recuerdo de cada uno de ustedes a lo largo del tiempo. Todo el personal que trabaja en esta institución, las aulas y cada centímetro del colegio y en especial nosotros, sus docentes, los extrañaremos mucho, y estaremos esperándolos con la mejor disposición cada vez que nos necesiten.
¡Felicidades por este logro! ¡LOS QUIEREMOS MUCHO!
Dios los bendiga y ampare siempre...
Firma: Profesor Diego Eliseo Leonardo López
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