martes, 27 de abril de 2010

Decimoprimer plaga.

Cuenta la Biblia que el pueblo Egipcio fue azotado por diez plagas, las cuales fueron consecuencia de un castigo que provenía de Dios, por medio de Moisés.
Si nos situamos en tiempos modernos, tranquilamente podríamos decir que entre nosotros habita la decimoprimer plaga, que a diferencia de las diez anteriores, esta no fue “creada” por un ser superior sino por los propios seres humanos; que no solo afecta un país sino que al mundo entero y por lo visto llegó para quedarase. La Droga.
La Real Academia Española, define droga como: “Sustancia o preparado medicamentoso de efecto estimulante, deprimente, narcótico o alucinógeno”.Ej: Nicotina, cafeína, alcohol, cocaína, marihuana, etc.
Si tuviéramos que hacer un poco de historia, podríamos decir que este “enemigo” habita entre nosotros desde los tiempos mas remotos, aunque mutando al mismo ritmo del compás con el que muta la humanidad, a tal punto que por estos días se ha convertido en un integrante más de la sociedad, acaparando gran cantidad de actividades humanas; teniendo como regla Nº 1 “Dar más de lo que nuestras limitaciones nos permiten”.Los motivos? Muchos.
Con esta ideología tatuada a fuego, es que ya desde 1.914 – 1.918 en la primera guerra mundial, los lideres del ejercito estadounidense proporcionaban anfetaminas a sus soldados para liberarlos del dolor, pánico, etc. o demás síntomas que les podría regalar la situación que vivían, proporcionándoles mayor capacidad física, adrenalina y anulando toda controversia física (hambre, sed, frío, calor, sueño, cansancio, etc.). Así consiguieron que sus soldados sean “robots” en el campo de batalla, permitiéndoles ser ampliamente superiores.
También este “nuevo habitante”, se introdujo en actividades populares como el deporte y la música.
Con el afán de conseguir mayor rendimiento una gran cantidad de deportistas consumen productos dopantes, (anfetamina, cafeína, efedrina, EPO, etc.) los cuales por suerte en tiempos actuales son detectados en controles anti-doping, siendo pillandos así muchísimos tramposos que intentan llegar al éxito sin sufrir lo necesario.
La música, también se ve inundada de artistas que necesitan cumplir su agitada agenda, exprimiendo su cuerpo al máximo, sin otro recurso que consumir estimulantes (cocaína, mariguana, éxtasis, etc.). A tal punto que muchos de los Grandes de la historia de la música,(Jhimmi Hendrix, Curt Cobain, Michael Jakson, etc.) murieron de sobredosis o aceleraron su muerte a causa de este factor.
Tampoco están ajenos los estudiantes de universidades que necesitan estudiar y rendir durante muchas horas ya que como ellos mismos titulan, los programas son exageradamente extensos, y ven como recurso inmediato la utilización de estimulantes, para rendir en tiempo y forma.
Este fenómeno, se introdujo hasta lo más intimo, a tal punto de aumentar nuestra actividad sexual con píldoras o fármacos, hasta permitirnos mejorar y prolongar nuestra vida sexual, dejando de ser esto algo plenamente natural.
Esto es solo si citamos algunas actividades sociales, dejando de lado el gran comercio en el que se convirtió, siendo la droga en la actualidad, uno de los negocios que mayor cantidad de dinero “mueve”.
Ya metidos en el tema, y ahora hablando de lo que realmente nos compete, creo que debemos tener muchos recaudos a la hora de hablar de este fenómeno y tomar muchos precauciones. Principalmente los padres.
Pues bien, como dije en la edición anterior de la revista, creo que nuestra sociedad es “privilegiada”, también en casos como el analizado, aunque no por esto debemos relajarnos ya que con solo salir y dar un “vistazo” por la ciudad, podemos evidenciar que si no se trabaja eficaz y rápidamente, nuestra juventud, podría estar en serios problemas.
No permitamos que esta peste se propague, ya que sabemos que cada día que pasa se agrava más la situación y por ende, su solución.
Ella no tiene día, fecha, horarios, estación, ni clase social. Estamos todos acechados diariamente. Padres, no sigan engañándose con que sus hijos “no serian capaces”, “ellos no hacen eso”, “el solo se divierte”, “el me despierta cada vez que llega”, “el me cuenta todo”, pues no saben lo equivocado que están. Para su sorpresa… NO ES ASÍ. Están advertidos.
Antes, en nuestra sociedad era cosa absurda, pero hoy está en la puerta de la sociedad; tocando timbre incesantemente, al acecho de cualquier situación oportuna.
No debemos preocuparnos, sino ocuparnos. Debe existir el dialogo permanente, diario. La comunicación, es fundamental. Sabemos que, “quien calla otorga” (como dice el dicho) y muchos se mueren por ese ¨maldicho¨. No se conformen con escucharlos y creer, ni hacerse los agente secretos investigando todo lo que hace (dónde, cuándo, con quién, etc.), pues sus hijos los darán vuelta como una media.
Debe haber la confianza y diálogo adecuado. No solo debe haber coloquio entre integrantes de la familia, que no es poco, sino también con el prójimo. Muchas veces basta con un cruce de palabras en el momento indicado para que una situación tenga un final feliz.
Esto no es solo trabajo de los políticos, de la iglesia, de asociaciones no gubernamentales, etc. Es un compromiso que debe tomar la sociedad para con ella misma. Es un compromiso de TODOS. Debemos empezar cuanto antes.
“Ama a tu prójimo…así entenderás y sentirás plenamente lo que es el Amor”.
Tomas Gil

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