miércoles, 12 de junio de 2013

EL APRENDIZAJE EN EL TIEMPO



Queridísimos lectores, la idea de esta reflexión es que juntos pensemos en vivencias cotidianas que son tan frecuentes tanto en nosotros como en la gente de nuestro entorno. Así mismo pasan desapercibidas, en principio quizás, pero sin darnos cuenta las aceptamos como una premisa divina y nos inducen a tomar decisiones erróneas.

Por ello es necesario desarrollar un instinto muy sensible ante estas situaciones, y qué mejor manera que conociéndolas, pero más que nada conociéndonos nosotros mismos. Aprender a ser autocríticos es el primer paso hacia un verdadero aprendizaje de nuestras experiencias.

En la cotidianeidad pareciera ser que el tiempo es el rector de todos nuestros actos, y de nuestra existencia en fin. Aquí, la urgencia como factor de suma importancia se ha apoderado de nuestra vida; somos demandantes potenciales de resultados inmediatos, pero oferentes muy precarios de acciones orientadas a la búsqueda de esos resultados.

SI uno camina por la calle, enciende la televisión, escucha radio, en fin en cualquier medio, siempre son recurrentes publicidades tales como… “aprenda ingles avanzado en 3 meses”… “sea peluquero profesional en 2 meses”… “aprenda a conducir un avión en una semana”... Al parecer para estas personas el conocimiento que a otros les ha tomado adquirir meses, años, una vida quizás, pueden resumirlo en un apunte de diez hojas y vendérnoslo como si fuera un producto novedoso y con satisfacción garantizada.

Pero bueno, tampoco hay que crucificarlos, ellos hacen su negocio y su ganancia es siempre nuestra urgencia. Este es un mero ejemplo aplicado al ámbito educativo pero así pasa en muchos otros. La cuestión de fondo no es que nos ofrecen lo fácil, sino que nos acostumbramos a elegir lo fácil, pensamos que un imperio se forja de un día para otro, quizás si se pueda, pero ante el primer viento leve se viene abajo.

Un imperio consolidado se logra con esfuerzo, trabajo, dedicación, responsabilidad, y sobretodo perseverancia. Entonces, ante una situación como esta, cuando estemos en vísperas de una decisión tan importante para nuestro futuro, no elijamos en base a si será fácil o no, más bien pregúntense si sienten pasión por lo que eligen, si podrían pasar meses, años, una vida y ustedes seguirían llevando con el mismo ímpetu esa profesión, dedicándole su predisposición a cada vez ser mejor en lo que hacen.

Dejemos de multiplicar las ganancias a estos negocios de urgencia; si queremos resultados, hagamos lo que creamos necesario para construir el camino que nos lleve a ellos. Recordando que nada esta escrito, ninguna predicción, ningún augurio es absoluto.

Cuando uno empieza a transitar el camino que eligió nada está garantizado, ni el éxito ni el fracaso. La única garantía que podemos tener es aprender si nos predisponemos a ello. Por eso los invito a replantear las publicidades… “aprenda ingles avanzado en 20 años”… “sea peluquero profesional en 30 años”… “tómese la vida para aprender a conducir un avión”…

De este modo, no demostramos miedo ni al tiempo ni al camino, que ambos sean nuestros aliados para APRENDER DURANTE TODA LA VIDA.



Javier Benavides

No hay comentarios: