COMENZARON LAS CLASES Y ESO ES MUY BUENO

El martes 1 de marzo comenzaron formalmente las clases del ciclo lectivo 2011 en los establecimientos escolares en casi todos los niveles, excepto el superior, en el que comenzaron las instancias examinadoras de marzo y los cursos de ingreso para las carreras terciarias.

Los alumnos dejaron atrás las vacaciones y concurrieron a sus escuelas, algunas por primera vez, luciendo sus guardapolvos o uniformes bien limpitos, listos para comenzar, quizás, la mejor etapa de sus vidas. En la que no solo aprenderán los contenidos formales de la educación, sino también los valores del compañerismo, la amistad, solidaridad, entre otros, que les permitirán desarrollarse como personas íntegras y ciudadanos de bien.

Comenzaron las clases y se comienza a percibir la gran cantidad de alumnos que repitieron o abandonaron su escolaridad, especialmente en la secundaria. Las razones de esta situación son diversas, entre ellas sobresalen la falta de tiempo dedicado al estudio, la falta de interés en formarse académicamente, la falta de acompañamiento de la familia y la necesidad de iniciarse a la vida laboral a temprana edad.

En el ámbito rural, la situación se agrava aún más, ya que encontramos chicos que tienen que caminar o recorrer en bicicleta decenas de kilómetros para poder llegar a la escuela más cercana, con caminos descuidados y prácticamente intransitables, o directamente se ven obligados a mudarse al pueblo para no tener que desertar. Chicos que se cargan al hombro la economía familiar y tienen que colaborar con lo que haga falta para el sostenimiento de la casa, que no tienen lo suficiente para pagar el colectivo o el hospedaje para ir a estudiar a la ciudad, o no pueden soportar el choque cultural del campo a la urbanización.


Estos son algunos de los motivos que impiden que los jóvenes de zonas rurales puedan acceder a una educación secundaria y obtener las herramientas necesarias para insertarse en un mundo laboral que cada vez los expulsa con más fuerza.

Comenzaron las clases y eso es muy bueno, más allá de las cuantiosas dificultades del sistema educativo actual, se renueva la esperanza de una sociedad mejor, más justa e igualitaria. Porque la educación es indiscutiblemente la salida más eficaz para escapar del estancamiento, de la pobreza, de la marginalidad, de la violencia, de los vicios. Solo hay que esperar que los que tienen la función de dignificar la educación, se den cuenta de esto y se hagan cargo de las responsabilidades asumidas.