domingo, 26 de abril de 2009

EL CAMPO HOY EN QUIMILÍ


SITUACION DEL CAMPO EN QUIMILÍ
Por el Ingeniero Rodolfo Lobos, Presidente de la Sociedad Rural del Noreste Santiagueño.
Son varias las dificultades por las que atraviesa el sector agropecuario de nuestro país. La región de Quimilí no escapa a esta realidad: La grave sequía que desde el año anterior azota esta parte del mundo; la caida de los precios de los comodities y el irresuelto conflicto con el Gobierno Nacional son las tres patas que sostienen esta aguda crisis que para muchos productores puede ser terminal.
Los cultivos agrícolas se han sembrado en menor medida que en otras campañas, además por la falta de lluvias se han realizado en fechas posteriores a las recomendadas.
El ALGODÓN, bien llamado el cultivo social, ha disminuido su superficie en un 50 %, lo que conlleva a una menor actividad directa e indirecta, con todo lo que significa este cultivo como dinamizador de las economías regionales.
No solo permite que lo siembren pequeños y medianos productores, sino que también, al ser más intensivo, genera más trabajo: necesita más tractores, que a su vez requieren repuestos y mecánicos y además moviliza a todo el comercio local.
Las pocas hectáreas sembradas con algodón se encuentran en un estado de mediocre para abajo. Los rendimientos serán malos y la mayoría de los productores sufrirán pérdidas en esta actividad. Todavía resta la etapa de maduración de los capullos, época en que se necesita buen tiempo con días despejados de nubes. De no darse estas condiciones, no solo será poca la cantidad por cosechar, sino también será mala la calidad, con una importante depreciación del valor del producto en bruto.
En el caso de la SOJA, cultivo más extendido en nuestra región y del país, también sufrieron demoras en la siembra que recién se realizaron en la segunda quincena de enero cuando lo recomendado es la segunda quincena de diciembre.
El desarrollo de las plantas ha sido considerablemente menor que el de otras campañas. Por una cuestión de fotoperíodo (al acortarse las horas de día el crecimiento es menor) la altura promedio de los cultivos no pasa los 50 cm. por lo que si lloviera de aquí en más esos lotes tendrían un rendimiento cercano al 50% de un rinde normal. Sin embargo hay muchos lotes que ya están perdidos con las plantas secas o con la floración caída. Todavía seria prematuro hacer una evaluación del porcentaje de hectáreas perdidas.
Los MAÍCES son particularmente sensibles a la seca en el momento de floración, por eso los cultivos que ya pasaron esa etapa con condiciones secas han sufrido pérdidas irreversibles. En los casos que aun no llegaron a esa etapa le queda la esperanza de que llueva pronto, pero sabiendo que necesitan que las heladas aparezcan de fines de Mayo en adelante, pues sino, no llegarán a terminar el ciclo estos lotes sembrados tan tardíamente.
Los SORGOS representan una cantidad menor de hectáreas comparados con los cultivos anteriores. Muchos de ellos se han sembrado con miras a una alternativa ganadera, esto de algún manera también sucede con el maíz. La situación climática los ha afectado de igual manera que los cultivos antes mencionados , con la ventaja de que el sorgo tiene la posibilidad de rebrotar si mejoran las condiciones climáticas
El GIRASOL, cultivo que en nuestra zona se siembra a fines de invierno y principios de primavera, no se ha podido sembrar por falta de lluvias, salvo algunos casos puntuales cerca del limite con Chaco. Estos lotes tampoco han tenido un buen desarrollo y sus rendimientos han sido muy pobres.
Esta situación de los cultivos, sumado a los bajos precios, los altos costos y la elevada presión fiscal, hace que los productores hoy estén poco menos que desesperados y sin saber para donde apuntar sus acciones. La mencionada presión fiscal se manifiesta más que nada a través de las retenciones, que contrariamente a lo que se dice desde el gobierno nacional que es para repartir las ganancias, a los productores santiagueños que van a sufrir pérdidas también se les quita una elevada proporción de sus cosechas.
La Ganadería
La situación de los ganaderos no es mejor que la de los agricultores. En esta época es cuando los animales deben ganar mucho peso, las vacas deben preñarse y los pastos producir reservas para el invierno. Todo ello no esta ocurriendo debido a que la producción forrajera es muy poca y no permite cumplir con todos estos supuestos.
La mayor preocupación de los productores es ¿Qué van a hacer en el invierno?. Los problemas de falta de estado corporal y de faltas de reservas dejan solo dos caminos: comprar esas reservas forrajeras (fardos, rollos, granos) con un importante aumento de costos o vender animales dejando el campo más alivianado.
Todo esto sucede en momentos en que los precios de los animales en pie siguen siendo muy bajos, menores a los que se registraban hace 3 años atrás (aunque la carne vale el doble que hace 3 años atrás). Hay grandes dificultades para poder vender las vacas viejas al precio que sea y por lo tanto el futuro de esta actividad es imprevisible.

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