domingo, 16 de octubre de 2011

50 años de la Diócesis de Añatuya:


La ciudad de Añatuya fue el epicentro fundamental de los festejos por el jubileo de la Diócesis de Añatuya, celebrando 50 años de labor pastoral y social en los 68.000 km. cuadrados de territorio diocesano.

Si bien los actos centrales y masivos se realizaron entre el viernes 30 de setiembre y el domingo 2 de octubre, en la semana previa hubo varios acontecimientos culturales con los que se recordaron los 50 años de la llegada de monseñor Jorge Gottau, primer obispo, al territorio.

El martes 23, desde las 20hs. en la biblioteca Sarmiento se habilitó una exposición de artistas plásticos añatuyenses. Además, se realizó la Primera Maratón “Monseñor Gottau”, el domingo 25 desde las 10 de la mañana, frente a la sede de Cáritas Diocesana. Al día siguiente, desde las 20hs, tuvo lugar una muestra fotográfica y periodística sobre la “Vida y obra de monseñor Gottau”, en el Centro Cultural de la ciudad de Añatuya.

El miércoles 28, durante el acto realizado en el Centro Cultural, se entregaron reconocimientos a las personas de Añatuya que colaboraron en la tarea evangelizadora de la Diócesis y luego se escenificó una obra teatral.

El jueves 29, se realizó un panel sobre la “Vida y obra de Mons. Gottau” a cargo de importantes personalidades que conocen de su vida.

Finalmente, desde el viernes 30 de septiembre al domingo 2 de octubre se concretó el encuentro jubilar del que participaron miles de personas que arribaron desde cada parroquia del interior de la diócesis. Junto a ellos llegaron obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas, laicos desde los distintos puntos del país para acompañar a los feligreses.

El sábado 1 de octubre se realizó la procesión por las calles de la ciudad.

Durante la noche, tuvo lugar la Santa Misa en el Anfiteatro Padre Suárez que fue presidida por monseñor Alfredo Zecca, arzobispo de Tucumán, y concelebrada por los obispos, Mario Cargnello, de Salta; Francisco Polti, de Santiago; Luis Urbac, de Catamarca; Adolfo Uriona de Añatuya y Antonio Baseotto, emérito de la diócesis local.

Luego de la misa devino el acto protocolar, que contó con la presencia del vicegobernador Ángel Niccolai, el intendente Julio Castro y representantes de Pampa de los Guanacos, Huachana, Sachayoj, El Caburé, Bandera, Quimilí, Tacañitas, Colonia San Juan, La Invernada, El Colorado y otras comunidades de la zona.

La misa de clausura se realizó el domingo 2 a media mañana, presidida por monseñor Uriona, quien expresó: “Al contemplar estos 50 años de camino diocesano lo primero que surge espontáneamente del corazón es una sentida acción de gracias a Dios que, en su providencia amorosa, quiso elegir a monseñor Gottau como obispo de la Diócesis de Añatuya. Él asumió esta misión consciente del desafío que se le presentaba”.

También se refirió al presente. “Se nos presenta particularmente desafiante porque ha cambiado mucho el mundo en estos 50 años. La cultura que nos rodea pone en reto nuestra fe cristiana. Se nos están imponiendo, especialmente a través de los medios de comunicación, pensamientos, modos y actitudes de vida extrañas y hostiles a nuestro ser católico”, dijo.

“El gran desafío -agregó más adelante- será cómo seguir manteniendo esa tensión y disposición misionera, primeramente los sacerdotes y luego los demás agentes pastorales. Debemos ser creativos, como lo rezábamos en la oración por la misión, para seguir anunciando a Jesucristo, para salir a buscar a los más alejados y también para convocar a todos a la Iglesia”.

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