AMISTAD Por Roberto Romero

Son tan solo siete letras, siete como los días de la semana, siete como los días que necesitó Dios para crear el Mundo, siete como los apóstoles que divulgaron el Evangelio y como tal, encierran un significado muy grande; tan grande que resulta imposible que la gran mayoría de los seres humanos lleguemos a entender; más aún, estoy seguro que tan solo el uno por ciento y con exageración, tuvo un amigo. Muchos murieron sin tenerlo, es decir murieron sin saber que no habían tenido amigos.
El amigo es tan solo comparable al amor de una madre, el que todo lo da sin pedir nada a cambio, es el que sabe dar un consejo sano, es el que dice yo cometí un error y no quiero que tu lo cometas, es el que no entra en discusiones políticas, deportivas, de credos ni de negocios. Es aquel que está a tu lado en las buenas y en las malas, es aquel que si observa que estás equivocando el camino te lo dice, te advierte cual es el verdadero; para que nunca salgas lastimado. Es aquel que ante una enfermedad o angustia económica está a tu lado, en fin.
No hay palabras para definir algo tan noble. Por lo tanto digo, ¡Bendito! El que tiene un amigo, porque diariamente se confunde al compañero de tareas, de salidas, de compartir momentos, boliches, deportes y demás con la Amistad y si es así como definimos al Amigo, no ensuciemos la palabra AMISTAD.