NO NOS QUEREMOS ACOSTUMBRAR

NO NOS QUEREMOS ACOSTUMBRAR
Hay situaciones que nos desbordan y la verdad que no sabemos como explicarlas, si hasta describirlas nos causa dolor: un padre viola a su hija, un abuelo mata a su nieta, el hijo mata al padre, el marido golpea a su esposa y viceversa, la trata de mujeres, prostitución infantil, conductores irresponsables que hieren o matan a personas y las abandonan para salvar su pellejo…
La familia se mata cada día y se hiere de muerte a la sociedad que no termina nunca de curar sus heridas.
En el cúmulo de estos acontecimientos no es menor las amenazantes caídas de nuestros modelos a imitar: papás monstruos, obispo papá, sacerdotes enamorados, docentes abusadores, líderes espirituales que violan o estafan a sus seguidores… Tanta aberración pone a nuestra sociedad en un callejón sin salida.
Todo se está volviendo tan común y corriente que nos asusta, el alcohol y las drogas se vuelven opciones de escape y la muerte y la infelicidad nos acechan, más aún cuando las opciones saludables son cada vez más escasas.
Muchos siguen su ritmo cotidiano dejando pasar por alto esta realidad, pero quién podría juzgarlos, el apuro nos apremia y nunca llegamos a ningún lado.
Lo intolerable se vuelve tolerable y ya no hay sorpresas ante lo inapropiado, por no decir, ante lo inmoral.
Todo se vuelve costumbre y a decir verdad los que hacemos L.E.A. Revista del Interior, no nos queremos acostumbrar, nos negamos rotundamente a acostumbrarnos. La sociedad agoniza pero nos queda una salida, no todo está perdido, todavía hay signos de vida y mientras hay vida hay esperanza.
A nosotros nos queda la esperanza y el fuerte deseo de volver a los valores de la familia, la amistad, la confianza, la solidaridad. Estamos seguros que en la educación y en el amor están las claves, por eso hay que apostar fuertemente a ellos
No nos queremos acostumbrar. Por favor: no nos acostumbremos.

EDOTORIAL: L.E.A. Revista del Interior