sábado, 6 de junio de 2009

DON SIXTO PALAVECINO


...Un violín alzó su vuelo, de acordes bien afinados
Don Sixto ya se prepara, Dios lo estaba esperando...
MURIÓ DON SIXTO PALAVECINO y mucho es lo que podríamos hablar como tantas cosas destacar, pero la esencia de su existencia acaso se sintetiza como la figura autóctona de la cultura santiagueña, un símbolo de la lengua de nuestros pueblos originarios, a la que con su música y canto defendió en innumerables rincones que se prolongaron más allá de los límites de nuestro país.
Nombrar a Don Sixto Palavecino, es hacer referencia a la humildad, a la sencillez, al Quichua, a Santiago del Estero; a esta provincia que alberga a la madre de ciudades, pero que también cobija una forma de vida que le permite reconocer el pasado, vivir el presente y respetar el futuro.
Don Sixto Palavecino partió a su morada final el 24-04-2009 y nos dejó un riquísimo ejemplo de vida plasmado en sus obras: en 300 canciones de su autoría, en sus escritos, en sus traducciones del castellano a la lengua quichua, en su programa radial, en la memoria de sus discípulos, en el mismo sonido del violín.
Sin duda que para Quimilí, mucho más de lo que significa habernos visitados para regalarnos su música como su enseñanza, estará siempre la apertura y el apoyo que ha tenido para con el P. Alfaro, en las obras escritas que este publicó junto al profesor Vidal Ulloa titulados Cultura Quichua Santiagueña para el nivel secundario, y luego, para el nivel primario.
En este sentido fue cuando el P. Alfaro conoció a Don Sixto Palavecino, llegando a establecerse una importante relación de amistad, a tal punto que cuando Don Sixto cumplió sus bodas de oro de matrimonio, invitó al P. Alfaro para que con el coro que el sacerdote había conformado en Quimilí, le cantara la misa criolla, hecho que se concretó de manera destacable.
En el Teatro 25 de Mayo de la ciudad de Santiago del Estero se instaló la capilla ardiente, donde miles de ciudadanos fueron para darle su último adiós, con presencia de altas Autoridades como la del Señor Gobernado Gerardo Zamora. Desde la distancia decenas de artistas expresaron por diferentes medios su dolor ante tamaña pérdida física.
94 años estuvo físicamente en esta tierra, tiempo que alcanza para ser emblema de la santiagueñidad y no solo por el espacio transcurrido, sino porque con su vida, el “SACHERITO” dejó un ejemplo de cómo amar a la patria.

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