La prensa Local (entre las que nos incluimos), provincial y nacional, en estos últimos días está tratando recurrentemente el tema relacionado a la nube de polvo que se repite todos los días, casi de la misma manera, en la vecina localidad de Puna. La mayoría de los títulos y desarrollo sobre la temática hacen alusión a la inquietud o miedo de los santiagueños por este fenómeno. Personalmente pienso que más deberíamos inquietarnos y tener miedo por la extrema necesidad de nuestros gobernantes por perpetuarse en el poder y no querer largar la manija del gobierno que los convierte en omnipotentes, especialmente a la hora de enriquecerse y desviarse del camino o de las funciones para los que fueron elegidos: “la búsqueda del bien común y no el propio o el de unos cuantos”.
Es una vergüenza que nuestro gobernador Gerardo Zamora juegue con su pueblo y ahora ponga a su esposa como candidata para sucederlo en la gobernación, luego de que la Corte Suprema de la Nación le negara la opción de postularse para su tercer mandato consecutivo al frente del ejecutivo provincial.
Con esto no digo que la abogada y escribana Claudia Ledesma Abdala, no sea capaz de conducir nuestra provincia. Lo que digo es que estoy arto de este tipo de maniobras que solo significan querer tener el poder por siempre y faltarle el respeto al pueblo, quien es a la larga o a la corta, el que padece las consecuencias negativas de décadas de caudillismo, clientelismo y sometimiento de voluntades.
Ya lo vivimos con Carlos Arturo Juárez y su esposa “Nina”, lo estamos viviendo con Cristina Fernández de Kirchner, quien había sucedido a su esposo y se vive en numerosas provincias en las que los candidatos al acceder al poder, se enamoran de él o de sus beneficios personales y no quieren dejarlo por nada en el mundo.
Es lamentable percibir que la dirigencia política sea del partido que fuera, es incapaz de dejar nuevos dirigentes preparados para tomar la posta en un trabajo serio y responsable, como debería ser el de gobernar un comisionado, municipio, provincia o país. Solo transmiten las mañas y los negociados para beneficio de unos pocos. Mientras tanto los temas importantes: Salud - Educación - Trabajo digno y sostenible en el tiempo - Vivienda - entre otros que hacen al mejoramiento de la calidad de vida del conjunto de la población, se siguen postergando o manoseando con politiquerías clientelistas.
Esta historia ya la conocemos sobradamente los santiagueños y sabemos perfectamente como termina. Por Favor no nos distraigamos con nubes de polvo, ni cortinas de humo que no nos dejan ver la realidad santiagueña. No permitamos que nos sigan considerando estúpidos.
El 1 de diciembre tenemos una oportunidad valiosa para expresar nuestra voluntad, ejerzámosla con compromiso democrático y pensando en el bienestar de todos y no de los pocos mismos de siempre.
Firma: Diego Eliseo Leonardo López
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