martes, 9 de julio de 2013

“El Amague” sigue deslumbrando en cada una de sus presentaciones

             El grupo musical “El Amague” con la tutela del legendario Dalmacio Pinto sigue sumando presentaciones y cosechando aplausos y bendiciones de todos aquellos que tienen la oportunidad de disfrutar de sus interpretaciones musicales.

Cumbias, cuartetos, guarachas hacen al repertorio de esta banda y, por supuesto, chamamé, vals y pasodobles, con el inconfundible sello de Don Dalmacio.

Dalmacio Pinto (acordeón); Joaquín Alejandro Silva (bajo); Javier Sosa (primera voz); Adrián Páez (percusión); César Pinto (teclados); Leandro Galván (guitarra y segunda voz) y Cristián Pintos (güiro) son los jóvenes que hacen actualmente “El Amague”, aunque algunos de ellos incursionaron musicalmente en otros grupos locales durante varios años.

Don Dalmacio, el joven de mayor trayectoria, 61 años de edad y 48 como acordeonista, es el alma del grupo y nos cuenta que debutó a temprana edad animando un baile en “Las Tres Rosas”, en la legendaria pista de Don Pedro Díaz.

Su padre, Zenón Pintos, de profesión policía y músico intuitivo de aquellos que aparecen muy de vez en cuando, era ejecutante de violín, acordeón, bandoneón, guitarra y contrabajo.

Dalmacio aprovechaba la ausencia de su progenitor por razones laborales para tomar entre sus brazos ese acordeón que se guardaba con celo “entre sedas” para comenzar a vibrar con esas notas que de a poco iban brotando como agua de manantial. Tenía tan solo 7 años.

Le eran muy familiares las melodías escuchaba en las reuniones donde el violín de Zenón se amalgamaban con el acordeón de Ernesto Cortez, las guitarras de “Costilla” Ahumada y Abregú, al ritmo de tangos, valses, y pasodobles inolvidables.

Es así que en determinado momento temas como Bella Morena, Quitapenas, Manojito de claveles, Desde el alma, ilusión de mi vida y tantos otros fluyeron casi naturalmente de su mente a sus dedos y de allí a ese teclado que se constituyó en el “leid motiv” de su vida.

Esta herencia musical está compartida con sus hermanos Ernesto, también acordeonista; Carlos, guitarrista y bajista; su medio hermano “Lalo”, cantor ya fallecido; y se prolonga en sus hijos César, acordeonista y tecladista y “Nino”, Bajista.

Durante 24 años conformó el grupo Los Luceros del Trópico y más aquí la Banda Fénix, con sus hijos. pero antes tocó con Leandro y Carlos Galeano, de la ciudad de Bandera, entre muchas otras satisfacciones que le dio este oficio que abrazó con pasión.

Las vertientes musicales se fueron enriqueciendo con el tiempo y su repertorio incluye ritmos de antaño y del litoral en sus mejores expresiones.

Ha grabado varios álbumes que son del agrado de sus seguidores y ya a esta altura de la vida, su robusta humanidad, está más propensa al “dolce far niente” y a disfrutar de los halagos de la vida familiar, especialmente de los momentos que le regalan sus nietos.

Aportes de: Kito Carabajal
                     Diego Eliseo Leonardo López


 

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