sábado, 13 de septiembre de 2014

GRUPO DE MISIONEROS EN QUIMILÍ:

“MISIONAR NOS CONFIRMA
A TODOS QUE VALE LA PENA JUGARSE POR CRISTO”
              El grupo Santa Lucía, nació ya hace casi 20 años. Originariamente, el grupo acompañaba las misiones del Colegio Mallinckrodt de Capital Federal, que éste organizaba una vez al año al interior del país, en las que participaban sus alumnas y algunos padres del colegio, quienes fueron los primeros misioneros del grupo.
Con el correr de los años, naturalmente, las caras de quienes integran el grupo se han ido renovando, y también variaron los lugares que visitamos. La provincia de Corrientes ha sido nuestra cuna,  ahí pudimos conocer y misionar unas cuantas ciudades, poblados y parajes rurales cercanos a la ciudad de Goya, y ya desde hace 5 años nuestra labor misionera se concentra en Quimilí.
  En este último viaje pudimos ir unos 25 misioneros, todos jóvenes de entre 17 y 29 años, casi todos estudiantes universitarios y algunos profesionales.
La convocatoria para participar del grupo la hacemos  todos los años utilizando un sistema antiquísimo, el boca a boca. Misioneros que ya fuimos; invitamos a amigos, familiares o conocidos a que se sumen al grupo, y meses antes de viajar empezamos a juntarnos semanalmente para organizar el viaje, armar las actividades que vamos a llevar a cabo, ir conociéndonos entre nosotros y prepararnos espiritualmente.
No se necesita mucho más que eso, lo más importante de todo son las ganas, lo demás, si nos ponemos en las manos de Dios, va llegando solo. Él, si nos disponemos a entregarle nuestro corazón y un poco de nuestro tiempo, se ocupa de hacer grandes cosas.
A nosotros nos gusta decir que la misión funciona como el evangelio de los cinco panes y dos peces, objetivamente parece poco y no alcanza para alimentar a todos, pero, puestos en las manos de Dios, los multiplica y lo poco que podemos darle se transforma en un milagro.   
Ya estando allá y durante los días que se prolongue la Misión,  nos proponemos a COMPARTIR con la gente, e intentamos que este “abrirse” a la gente no tenga límites, empieza con un mate, una charla  y trata de llegar a lo más profundo y fundamental, que sería el poder compartir nuestra fe en Jesús.
Este compartir es conocer y amar la realidad del otro, dado que, en ese encuentro sincero con el prójimo, todos descubrimos a Dios, que está en los demás  y nos ama.
Como jóvenes Cristianos, en la Misión tratamos de contagiar la alegría que experimentamos al saber que tenemos a Jesús como amigo, nos proponemos ser testimonio de esa alegría e invitamos a todos a que se animen a seguirlo.
La experiencia de misionar nos confirma a todos, que vale la pena jugarse por  Cristo, seguirlo, y vivir el Evangelio  es un camino de felicidad. 
Nuestros viajes suelen ser breves, pero, sin perjuicio de ello tratamos de que la misión se prolongue y no quede reducida a esa semana. Todos estamos llamados a continuarla, nosotros desde Buenos Aires y ustedes desde Quimilí porque la elección de seguir a Cristo y AMAR al prójimo es una decisión de todos los días!!
La semana que compartimos juntos en Quimilí  es para nosotros motivo de una inmensa  felicidad. Es un tiempo en el que pudimos vivir verdaderamente el evangelio, y ello nos hace disfrutarlo plenamente. Por eso, mediante esta publicación, queremos agradecer a todos aquellos que se sumaron a la Misión, participando de las actividades, invitándonos a pasar a sus casas, caminando a la par nuestro en la calles, etc. Gracias por dejarnos ser parte de Quimilí durante una semana;  gracias por abrirse a compartir, por mostrarnos a Jesús, por enseñarnos de humildad, fraternidad y amor.
Por último, no queremos dejar de agradecer especialmente  a la comunidad de la Capilla del Divio Niño y Santa Dorotea por abrirnos sus puertas tan generosamente. Para nosotros fue muy lindo que, en tan poco tiempo, hayamos podido compartir cosas tan lindas y profundas.
Dios quiera que el año que viene podamos estar  nuevamente allá para seguir creciendo juntos en Fe y en amor de Dios.
Desde Buenos Aires nos proponemos a seguir rezando para que el Señor coseche buenos frutos de la misión y siga llamándonos –tanto a nosotros como Uds.- a seguir misionando y permanecer cerca suyo. 
Los saludamos y no despedimos hasta pronto! 

Grupo Misionero Santa Lucía.


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