El Instituto de Formación Docente Nº Calasanz cumplió 30 años de misión educadora en nuestra ciudad y lo festejó con toda la comunidad educativa y la sociedad a través de diversas actividades comunitarias que se desarrollaron y se seguirán desarrollando durante el año. Demostrando así su permanente presencia y protagonismo en el la vida y crecimiento de nuestra ciudad y zona de influencia.
El acto formal de festejos por el 30 aniversario se realizó el viernes 11 de octubre a partir de las 20hs trayendo como bendición para el pueblo la ansiada lluvia. En el mismo estuvieron presentes el Ministro de la Producción Ing. Luís Fernando Gelid; el Intendente de Quimilí CPN José Gelid; representantes de las diversas instituciones educativas de nuestro pueblo; Autoridades del Profesorado Calasanz: Apoderado Legal Padre Claudio Boffi, Rectora Lic. Norma Liliana Andolfi; otros miembros de la comunidad Escolapia en Quimilí; Docentes, Administrativos, Alumnos, Ex Alumnos de la casa de estudios y los nuevos y flamantes egresados 2013 de las carreras Profesorado en Biología y Profesorado en Educación Inicial, acompañados de familiares y amigos.
Antecedentes Históricos
Quimilí, ciudad con cerca de 20.000 habitantes, situada al Centro – Este de la Provincia, a 210 kilómetros de la Capital de Santiago del Estero, nació con la llegada del ferrocarril y la atracción del oro verde el 5 de julio de 1904. Su población abocada al cultivo de la tierra, la ganadería y la explotación forestal buscó el desarrollo integral de la Comunidad en un horizonte con alternativas de educación, formación profesional y laboral, para satisfacer las expectativas de sus niños, jóvenes y adultos.
Tras este propósito y ante las crecientes demandas de profesionales de la educación en toda la amplia región chaco – santiagueña perteneciente a la Diócesis de Añatuya, ante el Obispo Jorge Gottau, los Padres Escolapios (Juan de Pablo – Pedro Aísa), gestionaron la apertura de un Centro de Formación Superior en el año 1976 por Decreto Serie A N° 1638 (I. S. F. D. N° 6). El mismo se implementó con carácter rotativo para responder también, a las necesidades de otras localidades de la amplia región. Con este objeto, el primer profesorado, fue trasladado a Monte Quemado en el año 1980 donde permanece hasta la fecha.
Transcurría el año 1983, históricamente, Argentina abría sus puertas a la democracia y este rincón santiagueño, recibía a numerosos empresarios y productores oriundos de otras provincias e incluso de países extranjeros, que llegaban para invertir en nuestros campos. Era la época de las grandes siembras, de las cosechas del sorgo almacenado en imponentes silos aledaños a las antiguas vías del ferrocarril Belgrano, que operaba sólo como carga, entonces, y paralelo al mismo, cobraba envergadura el transporte terrestre: “camino y camión”… Tras este empuje, se instalaron representantes de la Junta Nacional de Granos y también, nuevas empresas ganaderas; ambas riquezas se sumaron a la producción forestal de los primeros tiempos…
El crecimiento de Quimilí como ciudad, era evidente, su desarrollo urbano funcional, el despegue económico y de servicios, sumados a la situación geográfica estratégica, determinaron fuerte influencia en localidades del departamento Moreno y Otros (Weisburd, Vilelas, Tintina, El Colorado, Las Tinajas, Pozo del Toba, Vilelas, Yuchán, Suncho Corral, Campo del Cielo, Roversi, Otumpa, Sacháyoj, entre algunos), incluso en provincias vecinas al Noreste Santiagueño. Este centro nodal por geografía, con funcionalidad política, económica, administrativa, social y cultural, con crecimiento poblacional, exigió nuevamente la necesidad de contar con un nuevo centro para formar educadores. Los indicadores mencionados conformaron un escenario propicio y motivador para el nacimiento del Primer Instituto Superior de Quimilí, el 2 de agosto de 1983, mediante Decreto Serie E N° 3771 del entonces Gobierno de la Provincia de Santiago del Estero, perteneciendo al Nivel Terciario No Universitario. Se creó con el nombre de Instituto Superior de Formación Docente N° 13, y la Comunidad Escolapia de Quimilí (Eduardo García Ríos y Víctor Conde López), le impuso el nombre de “Calasanz” en honor y bajo la protección del Santo Fundador de las Escuelas Pías: San José de Calasanz.
Su Misión, desde un principio fue y es la de Formar Maestros, acompañar a los jóvenes en el crecimiento y maduración integral de la persona, y en las competencias que les permiten actuar como “Educadores Cooperadores de la Verdad”, a la luz del Ideario Calasancio y del lema “Piedad y Letras, comprometidos en las diversas dimensiones de la realidad actual donde les toque desempeñarse.
A tal efecto, desde el aula, se perfiló la idea de construir una Institución Superior que tuviera como fundamento la dignidad de la persona, donde la educación sea prioritaria sobre la enseñanza, donde todos tengan un sitio para aprender, donde se valore el tiempo y el trabajo “a conciencia” sobre la realidad con estrategias educativas que permitan asimilar los profundos cambios y educar en clave de futuro.
Un grupo de profesores oriundos de distintos puntos del país se sumaron a los locales, bajo la dirección de los Padres Escolapios, para brindar sus saberes y profesionalismo a los primeros 30 aspirantes que egresaron como primera promoción de Maestros con el título de Profesores para la Enseñanza Primaria) en 1985.
Los iniciadores del Proyecto en 1983, fueron: P. Eduardo García Ríos – Padre Víctor Conde López – Stella M. Ilari - Irma Asprán – Délfor Luis Monill – Norma Liliana Andolfi – María Inés Galo – Rosa Salvatierra. A los que se fueron sumando otros en años subsiguientes.
A la actividad Educativa en Quimilí, propia de los Padres Escolapios, se sumó la actividad Pastoral desarrollada desde la Parroquia Santa Rosa de Lima y una amplia zona de influencia, ya que esta fue la única parroquia hasta el año ’88 cuando se inauguró la parroquia San Pedro y San Pablo. En esta labor colaboraban numerosos Catequistas (Profesores y alumnas del Profesorado), tanto en la ciudad como en los pueblos y escuelas rurales. La devoción a nuestra Madre del Cielo, impulsó a los Padres Eduardo y Víctor a construir una Ermita dedicada a Santa María del Monte, a la vera de la ruta nacional N° 89. Fue en agosto de 1983, y desde entonces, acude todo el alumnado y profesores junto a numerosos peregrinos, para recibir bendiciones y agradecer…
La historia del profesorado es muy vasta y ejemplar y no deja de formar profesionales que están al servicio de la educación y de otras actividades de servicio y productivas en nuestro pueblo y en todo el territorio provincial y nacional.
Gentileza: Licenciada Norma Liliana Andolfi
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