miércoles, 27 de julio de 2011

Feliz Cumple Quimilí

Quimilí cumple 107 años y tenemos que festejar. Festejar porque es nuestra tierra, nuestro hogar, el lugar en el mundo que nos pertenece y al que pertenecemos.


Festejar no implica olvidarnos, ni mucho menos distraernos de las realidades cotidianas que nos causan tanto dolor, significa expresar nuestra alegría porque nuestra amada localidad cumple un año más y demostrar que estamos orgullosos de nuestra patria chica.

Algunos pensarán cómo se puede festejar si la droga está arruinando la vida de cientos de niños y adolescentes en nuestro pueblo; cómo se puede festejar con el estado de indefensión en el que viven miles de quimilenses que están al borde o en medio de la indigencia; cómo se puede festejar con los cientos de niños y jóvenes que se quedan cada año sin posibilidades de escolarizarse; cómo se puede festejar si la atención de la salud no satisface adecuadamente las afecciones de nuestros habitantes, lo que se ve reflejado en el aumento de la mortandad infantil y la postergación sanitaria de la mayoría de los que no tienen los recursos económicos para afrontar la asistencia médica privada en nuestro pueblo o en la misma capital santiagueña, donde si no tienes plata te mueres sin más vueltas, porque la salud para muchos es un negocio; cómo se puede festejar si las opciones recreativas culturales y deportivas son muy escasas y no abarcan a toda la sociedad…

A pesar de todo esto tenemos y debemos festejar. Festejar porque estamos vivos, festejar porque estamos de pie y porque son realidades que se pueden revertir con trabajo, responsabilidad y haciéndonos cargo de la situación, cada uno desde el lugar social que ocupa en la comunidad.

Hay muchas razones por las que debemos estar orgullosos y festejar en nuestro pueblo y son indicios concretos de que cuando se quiere se puede, por ejemplo: la labor de “Ricky” Torres y Mirta Montañez en la academia Huayra Muyoj; los profesores y colaboradores de Recrearte en el CIC; los miembros del Círculo de Ciclistas Quimilenses; Don Vilca y el fútbol de los niños; los padres que se hicieron cargo del Club Juventud Unida; los muchachos del fútbol de veteranos; nuestros bomberos voluntarios; el grupo de padres y profesionales “Hijo Pródigo”; el Hogar de Ancianos; la labor de las Hermanas de la Cruz en la educación de las mujeres de nuestro pueblo y en al atención de las personas con capacidades diferentes; las docentes de la Escuela Mundo Feliz; los maestros y profesores de las escuelas, colegios e instituciones terciarias que ponen todo su esfuerzo y vocación en la educación de los niños y jóvenes; y muchos ejemplos más que se me escapan de la mente en el momento en que escribo estas líneas.

Por esto debemos festejar, por nuestro mayor capital, por estas personas e instituciones que se comprometen por el bien del prójimo y no bajan los brazos a pesar de los vientos en contra que deben afrontar. Es nuestro deber acompañarlas y alentarlas a seguir adelante. Hoy podemos decir feliz cumpleaños gracias a ellos que nos muestran un camino, el del trabajo mancomunado, solidario y persistente, mirando más allá de la propia conveniencia.

Por todo ello “Feliz Cumpleaños Amado Quimilí”.

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