De norte a sur y de este a oeste, la provincia es un terreno fértil para los cazadores furtivos, que por año se llevan miles de ejemplares de especies autóctonas -muchas en peligro de extinción- como parte de un negocio que mueve cifras millonarias.
Este viejo drama que se repite en casi todo el norte del país, en Santiago se multiplica por la escasez y deficiencia en los controles, siendo en las provincias vecinas donde generalmente se capturan a estos cazadores y traficantes que salen con total impunidad de nuestros límites.
La naturaleza argentina en la lupa
Más de 1800 especies de animales y plantas de Argentina están amenazadas e integran una Lista Roja presentada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). De todas ellas, el 12% está en serio riesgo de extinción.
Conforme a esto, en nuestro país la mayor cantidad de especies amenazadas son aves: 50. Le siguen 44 variedades de plantas, 37 tipos de peces, 35 mamíferos, 29 anfibios, 12 invertebrados y 5 especies de reptiles.
En cuanto a las principales causas, la Dirección Nacional de Fauna Silvestre dependiente de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable identifica diferentes factores originados en la actividad humana. Por citar algunos, están la destrucción del hábitat (a través de la expansión de la frontera agrícola, la urbanización, la minería o la industria), la introducción de especies exóticas, la contaminación, el sobreconsumo, la caza furtiva y el tráfico ilegal de especies silvestres para el mercado de mascotas. Y si parecía poco, una corriente científica les suma el cambio climático global, acelerado en los últimos 200 años a partir de la revolución industrial.
De todas formas, la causa que puede abarcar a todas las demás es otra. “Es la ignorancia”, ¿Acaso cuántas personas comunes saben que la trucha que nada en la Patagonia o el árbol llamado “paraíso” tan usual en casi todo el centro y norte del país son especies exóticas que fueron introducidas desde otro continente y que perjudican a las autóctonas? ¿Cuántos se preocupan porque la merluza podría desaparecer de las pescaderías y del Mar Argentino debido a la sobrepesca? ¿Cuántos se preguntan si su mascota no es uno de los reptiles o aves amenazados?
Se observa que en la opinión pública “la conservación está en segundo plano” sin percibir que “el ser humano está sacrificando compañeros de ruta”. En este sentido, se propone realizar actividades para difundir la problemática e incluir a la sociedad como uno de los responsables del daño y también de la solución.
Fuentes: -El Liberal
-www.notio.com.ar
-Juan Martín Mastropaolo
-LEAQUIMILÍ
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