El inicio de clases siempre constituye un momento especial, una fecha que marca un inicio y depende fundamentalmente de los alumnos, si va a ser una instancia histórica para sus vidas o si será tan solo un instante más.
Con la educación comienza una oportunidad, la gran oportunidad de cultivarse y de tomar los nutrientes necesarios para poder crecer y forjarse como personas íntegras, para afrontar esta existencia complicada y difícil que nos toca vivir.
La familia de las diferentes instituciones educativas: directivos, administrativos, maestranzas y docentes abren las puertas de sus casas de estudios, de ese hogar que pretenden sea de todos, para que se animen a asumir el desafío de educarse. Para que los niños jóvenes y también adultos de este pueblo se hagan cargo de la responsabilidad de estudiar. No por los educadores, ni por los padres o tutores, sino por ustedes mismos por su presente y por su futuro.
Los educadores tienen plena confianza en ustedes, van a trabajar y poner todo lo que esté a su alcance para que puedan lograr el objetivo anhelado del título primario, secundario o superior. Pero depende de ustedes, alumnos, y solo de ustedes, si lo alcanzarán o no. Ustedes tienen que estudiar, ustedes tienen que cumplir con las tareas escolares, ustedes deben asistir regularmente a clases. No hay mayores secretos para alcanzar lo soñado: “Hay que trabajar por ello”, “estudiar por ello”, “pelear por ello”.
Si ustedes decidieron estudiar, para buscar un porvenir mejor, serán bienvenidos y les aseguro que tendrán a todos los educadores a vuestra merced, apoyándolos, acompañándolos, incentivándolos. Pero si concurren a la escuela pensando en flojear, a generar riñas, a escribir paredes, a destrozar las instalaciones y mobiliarios. Sepan que no tendrán cabida y estarán sumando un nuevo fracaso en sus vidas. Sería una verdadera pena para todos, para sus seres queridos y sobre todo para ustedes, si así fuera.
En las filas de ingreso se ven muchos alumnos que están repitiendo el curso anterior o que ya se vieron en las filas de otras instituciones. Quiere decir que hay puertas que ya se les cerraron o que ellos mismos provocaron que se cierren. Por favor no desaprovechen esta nueva y valiosa oportunidad que se les regala.
Como dije: los educadores tienen plena confianza en los alumnos y están trabajando con ahínco para acompañarlos en este camino compartido que es la educación.
Estudien y se les abrirán millones de puertas con más oportunidades para seguir creciendo. Dedíquense a la vida libertina y las puertas una a una se les cerrarán y solo quedará abierta la puerta de la humillación y del sometimiento ante aquellos que ostentan poder y quieren el beneficio propio y no el de ustedes. Lo único que recibirán de ellos es una limosna que los hará esclavos de sus mezquinas ambiciones.
Estudien, no se arrepentirán de hacerlo. Estudien, la sociedad quimilense los necesita íntegros.
Diego Eliseo Leonardo López
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