martes, 24 de julio de 2012

VECINOS DEL COLORADO PIDEN DESPERADAMENTE QUE SE LES PROTEJA SU SALUD


 Luego de decenas de denuncias no escuchadas por organismos gubernamentales o no publicadas por medios periodísticos provinciales, algunos vecinos de la localidad de El Colorado acudieron a LEA para manifestar su preocupación por las afecciones que causan a las personas las fumigaciones con agroquímicos en la zona lindante al pueblo.
La situación se agrava aún más por la presencia de las maquinarias fumigadoras “Mosquitos” en el pueblo, que circulan como si fueran vehículos comunes y corrientes e incluso, según manifestaron los vecinos, son lavados en la misma urbe.
“No sabemos que hacer con este problema, estamos desesperados porque nuestros hijos cada vez están más enfermos y con seguridad se debe a los venenos que persisten en el aire debido a las fumigaciones” expresaron con gran tristeza.
Respecto a esta problemática que afecta a toda la región en mayor o en menor medida, el presidente del Colegio de Ingenieros Agrónomos de Santiago del Estero, Juan Tula Peralta, desde hace varios años viene denunciando que en la provincia se producen más de cien nacimientos anuales de bebés con malformaciones relacionadas con el uso de agroquímicos.
También afecta a los niños, ya que el abuso de plaguicidas les puede provocar problemas hormonales y anemia. Una investigación reciente del Conicet (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas), determinó que pueden producir malformaciones neuronales, intestinales y cardíacas.
Peralta nos explicó que esos datos surgieron de una investigación que efectuaron sus colegas durante más de un año en el interior provincial. “En Santiago se producen más de un centenar de nacimientos con malformaciones al año por el uso de agroquímicos”, aseveró el experto.
Sin embargo, aclaró que no es el único problema que afecta particularmente a los recién nacidos cuyos progenitores viven en zonas rurales, sino que tienen registrados unos 300 casos de personas vinculadas a la actividad productiva que presentan problemas de salud por manipular o haber sido rociados con agroquímicos.
Las enfermedades que se presentan con mayor asiduidad, como daño colateral por el contacto con agroquímicos, son el cáncer de piel e inconvenientes en las vías digestiva y respiratorias.
La aplicación de glifosato, que es esencial para combatir las pestes en los cultivos de soja, se volvió común en la provincia debido al incesante incremento del área sembrada con esa oleaginosa. El herbicida es utilizado para la soja transgénica, que es el principal cultivo en la Argentina.
Es preocupante la incidencia de los tóxicos en los menores de edad dado que muchos de ellos colaboran con sus padres en las tareas rurales y a menudo se desempeñan como banderilleros, es decir, marcan con su presencia y banderas los lugares en los que las avionetas fumigadoras deben esparcir los herbicidas.
“Los chicos, no muestran de forma inmediata la sintomatología. Es un proceso que al cabo de unos años empieza a aparecer”, señaló el ingeniero agrónomo y recordó que anualmente se desechan entre 600 y 700 toneladas de envases plásticos que contenían los pesticidas, los que al no tener un tratamiento como un residuo peligroso, llegan a convertirse en potenciales contaminantes de suelos y del agua.
La polémica por el uso de agroquímicos y sus consecuencias sobre la salud humana se acrecentó con el correr de los años, sumándose en ese lapso gran cantidad de denuncias por graves casos de contaminación, pero en estas latitudes está demostrado que se prioriza los réditos económicos de unos pocos antes que cuidar la salud de las masas.


Fuente: LEA Revista del Interior

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