sábado, 27 de abril de 2013

SANTIAGO DEL ESTERO la primogénita de la conquista

Santiago del Estero es la primogénita de la conquista sudamericana; que surgió al conjuro de grandes Capitanes y se instaló en los dominios del indio.


Fue el bravo capitán Diego de Rojas quien llegó a la vasta provincia indígena del Tucumán, punto inicial desde 1.543, de la civilización del norte argentino. Luego hubo hombres que participaron en su fundación: Juan Núñez de Prado, con las tres Ciudades Del Barco, invoca al Apóstol Santiago, y la coloca bajo su protección a esta ciudad del "Nuevo Maestrazgo de Santiago"; luego el Capitán Francisco de Aguirre la traslada en 1.553, la denomina Tierra de Promisión, y la ubica en el actual Santiago del Estero.
Entonces comienza el avance de la civilización y del progreso. Aquí se fundaron las instituciones civiles, religiosas, jurídicas y culturales. Con justicia histórica se la denomina "MADRE DE CIUDADES" por su generoso aporte de hombres y de bienes, permitió la fundación de Tucumán, Córdoba, La Rioja, Catamarca, Salta y Jujuy. Luego se constituye el gobierno político civil, y se convierte en capital de la Gobernación de Tucumán, punto inicial de la organización hispánica. Y será el rey Felipe II quien en 1.557, concede a la Ciudad del Sol su Escudo de Armas y el título de "Muy Noble".

En el orden religioso, aquí se sentaron las primeras instituciones dedicadas a la evangelización indígena: aquí se creó la Primera Diócesis de País, bajo el gobierno eclesiástico de Francisco de Victoria en 1.581, quien instaló la primera Catedral.
El trajo a los hijos de San Ignacio de Loyola, quienes fundaron una escuela primaria en letras. Este quehacer educativo continuará con la siembra de la semilla del Evangelio por el Apóstol de las Indias, Francisco Solano, y en el siglo XVII, por cédula real se funda en Santiago, el Colegio Seminario de Ciencias Morales, primera casa de estudios superiores de la Argentina.
Santiago, el pueblo de leyenda y tradición, posee una historia amplia y rica que se abre hoy al mundo.

(Sara Díaz de Raed - 1.983)

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