martes, 17 de mayo de 2011

RECOMENDACIONES ÚTILES A LOS PADRES DE FAMILIA CON HIJOS ADOLESCENTES QUE CONSUMEN O NO DROGAS:

No es ninguna novedad que en Quimilí está creciendo a ritmo acelerado la oferta y consumo de drogas, llámese alcohol, marihuana o cocaína, por mencionar algunas. Ningún adolescentes o niño está exento de caer en las garras de este flagelo y cualquiera puede ser la siguiente víctima de esta pesadilla social que destruye a la persona, a la familia y a todos.

Es indudable que los adultos debemos hacer algo para contrarrestar esta alarmante realidad, pero ¿Qué podemos hacer?, aquí exponemos algunos consejos que nos enviaron a nuestra casilla de correo electrónico y podrían ser útiles a los padres y a la familia en general:

1- Favorecer una comunicación familiar grata. Esta comunicación debe caracterizarse por el respeto mutuo la sinceridad y la confianza entre padres e hijo y el matrimonio entre si:

-Mantener un clima positivo a pesar de los disgustos o problemas personales.

-No retirar la palabra.

-No interrumpir.

-Paciencia y búsqueda del momento adecuado para resolver los conflictos.

-Acepar el punto de vista de los otros.

2- Buscar el equilibrio entre cercanía familiar e independencia de los hijos. Ayudar a los hijos a ser autosuficientes con la seguridad de que proporciona el que haya un respaldo. Por eso se debe animar al hijo a desarrollar intereses y amigos separados de los de la familia. Al mismo tiempo se deben fomentar los intereses y actividades familiares. Estas actividades compartidas repercutirán positivamente en el aumento de mejoras de:

-Cohesión familiar y por lo que los adolescentes se sentirán mas aceptados e integrados en la familia.

-La comunicación que permitirá el desarrollo de intereses en común.

-Un buen vínculo familiar, que fomentará la autoestima y otros recursos sicológicos en los adolescentes como la capacidad de resolución de problemas y la capacidad para enfrentarse a las presiones del grupo, que lo ayudarán a no dejarse arrastrar hacia las drogas.

3- Permitir que los hijos asuman la responsabilidad de su comportamiento. El mayor aprendizaje que los hijos pueden hacer es aprender de sus faltas. Pero los padres deben estar ahí para proporcionar un adecuado acompañamiento a los hijos y apoyarlos manteniendo la relación intacta.

4- Es necesario que exista un acuerdo entre el padre y la madre en el establecimiento de una serie de normas y límites. La unanimidad es esencial. Los padres deben estar convencidos de lo que dicen y hacen. No deben contradecirse.

5- Las normas deben hacerse saber de una manera clara. Hay que indicar a los hijos lo que pueden y no pueden hacer, cómo deben comportarse y hasta donde pueden llegar. Las normas son puntos de referencia para saber a qué atenerse y para tener seguridad en lo que se hace.

6- Las normas deben ser estables y estar acompañadas de consecuencias en caso de incumplimiento. Deben ser siempre consistentes, salvo nueva negociación. Las ambigüedades son nocivas.

7- Intentar negociar las normas, llegar a acuerdos. Pero en lo que se considere prioritario debe prevalecer el criterio de los padres. Algunas normas son innegociables para el buen funcionamiento familiar.

8- El número de normas debe ir reduciéndose a medida que crece el hijo, manteniendo las que el matrimonio considera básicas.

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