Alberto García, conocido por todos como el Maestro “Pelonchi”, cumplió exitosamente su labor como educador, fundamentalmente como maestro y director en la Escuela Nro 1.214 Santa Dorotea del Barrio El Triángulo.
El 1 de mayo y por resolución 012/06 del ANSES, le informaban que se jubilaba. Alberto García, nació en la ciudad chaqueña de Roque Sáenz Peña, a los cuatro años su familia se traslada a Roversi, y a los 5 empieza primer grado en nuestra ciudad, en la Esc. 198 provincia de San Luís.
Recuerda que su primer maestra fue la Srta. Lina Murad “Pety”. Completada la primaria inició sus estudios en el Instituto Incorporado Mariano Moreno (hoy Escuelas Pías) que funcionaba donde ahora se levanta el Edificio de la Escuela Especial Mundo Feliz. Luego se traslada a la Ciudad de Gral. San Martín Chaco donde concluye la secundaria y se recibe de Maestro Nacional, a los 17 años en la Esc. Normal Esteban Echeberria N° 3.
Ya Como docente, su primer Escuela Fue la N° 282 de Colonia España (cerca de las 2 A ). Allí se desempeña como director, luego pasó por la Escuela N° 172 de Girardet, también como director.
La siguiente Escuela que lo cobijó como maestro de grado fue la N° 871 Virgen de Lourdes, en el viejo edificio. Posteriormente retorna a su cargo directivo en la Escuela de Girardet.
En el Año 1994 ingresa como director en la Escuela 1214 del B° el Triángulo, donde desarrollará una notable carrera. Una de sus primeras misiones al frente de esta institución fue gestionar la construcción de un edificio nuevo y más confortable para la misma, contando en esta empresa, con la valiosa colaboración del recordado Padre Escolapio Eduardo García Ríos, con quien viajó a Buenos Aires en busca de fondos para lograr este sueño.
Es así que, con la providencia Divina, en el Año 1995 reciben la suma de $120.000 (dólares en ese momento existía la convertibilidad del uno a uno) y con esos fondos comienza la construcción de esta Escuela Modelo del B° Triángulo.
“Pelonchi” fue un luchador de la educación y siempre estuvo al frente y dispuesto a entregar su tiempo y esfuerzo a favor de la educación de los más pequeños, especialmente aquellos que la vida se encarga de hacerle más difícil su existencia.
Felicitaciones Don Alberto García, que disfrute de su jubilación y de todo lo sembrado con dedicación y entrega. Infinitas gracias por el inconmensurable aporte que hizo a la niñez de los quimilenses.
Nota Ricardo Torres
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