En varias ediciones de Revista LEA hemos puesto a consideración de nuestros lectores, realidades que tienen que ver con el déficit habitacional en la provincia y en particular en nuestra ciudad, que en las últimas décadas ha crecido aceleradamente en cuanto a su número de habitantes y la infraestructura existente no alcanza a satisfacer las necesidades de un techo digno para las miles de personas que decidieron venir a radicarse a Quimilí desde los parajes rurales.
También hemos manifestado cómo empresas y particulares se apropiaron de terrenos del ex ferrocarril General Belgrano para sacar provecho económico de una zona altamente comercial como lo es a lo largo de la Avenida Rivadavia.
En la edición anterior publicábamos testimonios de algunas personas que intentaban tomar terrenos en el Barrio Las Tres rosas, quienes después de estar por más de 45 días a la vera de la ruta nacional 89, finalmente accedieron a los terrenos e inmediatamente los lotearon, se repartieron los lotes y empezaron a construir. Muchos de ellos tienen necesidades reales de habitación, pero hay otros que ya empezaron a ofrecer esos lotes para vender la posesión. Entonces, ante estas circunstancias, uno se pregunta: ¿esto es necesidad o avivada?
En las últimas semanas también hubo intentos de ocupación de terrenos en los barrios Calasanz, Triángulo y en las viviendas sin estrenar del Barrio Fonavi IV, pero los intentos fueron frustrados por la policía.
Los periodistas que pudimos recoger testimonios de las personas que intentaban ocupar terrenos o viviendas, percibimos el fastidio de ver como a ellos, que según sus expresiones, “tienen necesidades verdaderas” los sacan de los sitios a ocupar y a los más poderosos los dejan ocupar y construir sin ningún impedimento.
La situación es complicada y la verdad que tantos años de descontrol no se resuelve de la noche a la mañana. Pero ya es tiempo de que nuestras autoridades municipales, provinciales o nacionales se ocupen del asunto y que a través de la justicia hagan que aquellos oportunistas que ocuparon terrenos ilegalmente, devuelvan lo que es de todos y que aquellos que tienen la necesidad real de una vivienda digna, sean atendidos por el gobierno y tengan la chance de tener su casa o un terreno para construirla.
Quienes constituimos el pueblo de Quimilí no somos ingenuos y nos damos cuenta de: quiénes son los que realmente necesitan una morada; quiénes son los avivados que usufructúan con lo que es común y quiénes son los acomodados que tienen prioridades en la adjudicación de viviendas.
Diego Eliseo Leonardo López-Vecino de Quimilí
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