sábado, 14 de febrero de 2009

PREOCUPA EL ALTO CONSUMO DE ALCOHOL ENTRE NUESTROS JÓVENES. ES TIEMPO DE OCUPARNOS

El consumo de alcohol es una realidad que se ha generalizado en nuestra sociedad y en especial entre los jóvenes. Ya es un asunto cotidiano que todos conocemos pero poco y nada se hace para contrarrestarlo.
L.E.A. Revista del Interior tomó conocimiento de un trabajo realizado por el Psicólogo Fernando Hurtado, profesional de la Clínica Sor Ángela, quien hizo un relevamiento para determinar el grado de ingesta de alcohol entre nuestros jóvenes.
Conversamos con él y nos manifestó algunos de los resultados obtenidos y sus conclusiones:
FERNANDO HURTADO: “Este trabajo tuvo como finalidad establecer el consumo de alcohol en los jóvenes de Quimilí. Ya que la ingesta de alcohol en grandes cantidades se transforma en una patología que en su caso extremo puede llevar a la muerte.
Es bueno aclarar que no es la intención, ser jueces de los jóvenes, sino que a partir de este informe podamos poner en marcha trabajos de contención que no apunten a criminalizar la cuestión. La idea es informar y crear juntos herramientas para construir un saber y a partir de esto buscar las soluciones a este flagelo.
Reconocemos que la ingesta de alcohol en grandes cantidades es generada por situaciones de angustia social, angustia individual o las dos al mismo tiempo.
Partimos del concepto de salud mental que nos brinda Enrique Pichón Riviere que la define: “NO COMO LA AUSENCIA DE ENFERMEDAD, SINO COMO UNA ADAPTACIÓN ACTIVA DEL SUJETO DE LA REALIDAD”. Es la posibilidad de poder construir herramientas que nos permitan modificar la realidad que nos rodea, afrontando desafíos, sorteando las situaciones angustiantes.
Ante esto realicé una encuesta a jóvenes de la ciudad de Quimilí, para determinar objetivamente las condiciones en que se realiza la ingesta de alcohol.
Los resultados obtenidos son los siguientes:

Edad promedio 14 años:
Mujeres:
El 64% no bebe alcohol mientras que el 36 si lo hace.
Del 36% que bebe alcohol, el 80% bebe cerveza y el 20% mezclas (en numerosos casos se da la mezcla con energizantes).
El 80% bebe en sus casas con amigos y el resto en kioscos, plazas, bares, boliches.
El 60% bebe un vaso promedio y el 40% un litro como mínimo.
El 80% bebe solo los fines de semana y el resto lo hace también de lunes a viernes.
Varones:
El 50% bebe alcohol.
El 60% bebe solo cerveza, 20% cerveza y vino, el resto bebe mezclas (la mayoría mezcla con energizantes).
El 20% bebe solo un vaso, el 40% un litro de promedio y el resto varios litros.
El 60% bebe en el boliche, el 20% en casa con amigos y el resto en la calle.
El 80% bebe los fines de semana y el resto durante toda la semana.

Edad promedio 17 años:
Mujeres:
88,88% beben alcohol.
32% consume solo cerveza y el 68% mezclas (preferentemente fernet con cola)
37,5% lo hace en la casa con amigos, 37,5% en el boliche y un 25% en bares o confiterías.
El 37,5% consume un vaso como promedio, el 50% un litro y el 12,5% varios litros.
El 62,5% lo hace solo los fines de semana y el resto durante toda la semana.
Varones:
El 87,5% bebe alcohol.
El 17% bebe únicamente cerveza, el 17% vino y el 64% mezclas.
El 50% lo hace en su casa con amigos, el 33% en el boliche y el 17% en la calle.
El 50% bebe un litro promedio, el 33% un vaso y el resto varios litros.
Se bebe preferentemente los fines de semana.

Un breve análisis:
Es muy llamativa la cantidad de ingesta de alcohol que se da entre los jóvenes de Quimilí, agravado por la temprana edad y fundamentalmente las mezclas con energizantes, que son altamente nocivos para el organismo. Llama también la atención el alto porcentaje de consumo entre las mujeres que sobrepasa al de los hombres.
El consumo de alcohol en grandes cantidades genera un estado de deterioro físico y psíquico. Demuestra que existen en los jóvenes situaciones de angustias y vemos como el alcohol se ofrece como un paliativo, como una solución para no ver su propia realidad, para nublar la real situación.
El tema es que si a las angustias las tapamos con alcohol, tenemos dos problemas: primero no lo solucionamos y por otro lado nos sumergimos en una falsa opción que nos puede llevar a la muerte (accidentes con vehículos de motor, suicidios, enfermedades, entre otras).
Somos sujetos únicos de la creación, con una característica única, poseemos el don del lenguaje. Esto nos permite establecer un relato, un poema, que es nuestra existencia. Por ejemplo se asemeja la muerte al silencio, el silencio de los cementerios. En este marco existen muchas situaciones en que nos quedamos sin palabras para dar cuenta de lo que nos pasa y, el consumo de alcohol, se ofrece como falsa opción para seguir acallando el dolor existencial.
Es por eso que desde el psicoanálisis se ofrece la posibilidad de usar las palabras, de relatar lo que nos pasa, para enfrentar nuestra propia realidad, nuestros miedos, buscando soluciones que nos permitan modificar las situaciones angustiantes.
En el deterioro físico-psíquico de nuestros jóvenes por la ingesta de alcohol existe una gran responsabilidad de los adultos y en especial de los padres, que frente a esto muchos miran para otro lado. Hay una frase que se repite para conformarnos como sociedad “que los pibes andan en cualquiera” pero hay que ver, que si los pibes andan en cualquiera es porque nosotros, padres, instituciones, no hacemos nada para generar espacios de creación colectivos, que permitan a nuestros jóvenes desarrollar sus capacidades individuales, convertirse en protagonistas de su propia existencia”.